sábado, 22 de febrero de 2014

Solución a la crisis: Ajuste a los trabajadores.

Con un 25% de aumento a los salarios en las próximas paritarias, el trabajador pierde el 15% de sus ingresos contra el 40% de inflación pronosticado para este año. Y cualquiera sea la cifra (y los deslizamientos de precios provocados por la gran devaluación de los últimos 12 años), aumentarán más los precios de bienes y servicios al otro día de anunciado el acuerdo entre sindicatos, cámaras empresariales y/o Estado. Lo ideal sería igualar, al menos, las exageradas ganancias de multinacionales, commodities, bancos, casinos, financistas, inmobiliarias, productores y empresarios subsidiados, amigos, coimeros y otros grandes ganadores de la década pasada. Es de un gobierno neoliberal y antipopular cargar nuevamente el ajuste (ortodoxo o heterodoxo, es lo mismo) contra los trabajadores. Este razonamiento, claro, excluye al 40% de mano de obra en negro, esclavista, infantil e infrahumana que pueda el capitalismo construir en esta sociedad del Siglo XXI; a los retrasados planes sociales; a los jubilados; al más de millón de nini´s que no entraron en el Progresar; y a los pobres de la Asignación Universal por Hijo. Sólo la corrupción de los dirigentes sindicales y la represión, y posterior criminalización de la protesta social, provocarán una negociación no favorable para el pueblo trabajador y los excluídos mal incluídos. Bah, lo mismo de siempre. "La historia se repite primero como tragedia y luego como farsa"  Karl Marx



domingo, 9 de febrero de 2014

¿Qué es un ajuste heterodoxo?

"¡Neoliberales! De ninguna manera vamos a enfriar la economía con un ajuste" Néstor Kirchner, 2007. 

Un ajuste heterodoxo es bajar los salarios por debajo de la inflación. Los jubilados obtuvieron un mísero 11% en su primer aumento del año cuando la inflación para el mismo rondará el 40%. El recorte también llegará a los sindicatos. “Techo razonable para las paritarias” le llaman.
Un ajuste heterodoxo es recortar el gasto público, perdón, la inversión en viviendas, rutas, étc, que generaban mano de obra en las provincias. Además, en el caso de las viviendas, paliaba el inmenso déficit habitacional (2.7 millones) que hoy se echó a la suerte en el devaluado Procrear. 
Un ajuste heterodoxo irremediablemente es subir impuestos. Empezando por los transportes, abl, inmobiliarios, de energía, étc. Si no lo han hecho hasta ahora es porque los subsidios y las malas condiciones de los servicios públicos, expuestos en los últimos golpes destituyentes de calor, provocarían una hecatombe en el clima social del país. 
Un ajuste heterodoxo pretende bajar las importaciones. Porque hay que bajar el consumo, por ende, la producción, que también utiliza insumos importados.  
Un ajuste heterodoxo es subir las tasas de interés con ese mismo sentido. Para que sean menos los que produzcan. 
Un ajuste heterodoxo provocará desempleo y aumentarán los más de 6500 criminalizados por protesta social.
Un ajuste heterodoxo militariza los grandes centros urbanos con Gendarmería Nacional porque crecerá la pobreza, la delincuencia y los presos (políticos). A pesar de la inclusión social.    
Un ajuste heterodoxo llama “reacomodamiento cambiario“ a la simple devaluación. Entiéndase ésta como la depreciación que realiza el Estado al valor del peso argentino por el gran alabado dólar estadounidense. 
O sea, menos comprarás con esos billetitos violetas que te da el cajero. Porque a mayor devaluación, mayor inflación (aumento de los precios).  
En definitiva, un ajuste hetedoroxo es enfriar la economía del modelo industrial con matriz diversificada, movilidad social ascendente e inclusión social. Es lo mismo que los demás ajustes ortodoxos pero con palabras bonitas. Y Asignación Universal por Hijo. Que hoy, cotiza a 15 kgs de pan por mes.


                                                                                                                                           


      

sábado, 8 de febrero de 2014

La culpa (siempre) es de los otros.

Productores de soja, banqueros (socios y grandes ganadores de la década, ¿ganada?), ahorristas para la inversión, desocupados e indigentes trabajadores piqueteros, pobres con AUH retrasada, pobres inundados, periodístas no oficialistas, defensores de los DDHH, gorilas anticorrupción, Shell, Disco, Garbarino, Walmart Nac&Pop, Coto, Jumbo, Carrefour, Frávega, Tinelli, Costa, "Don Pepe" el carnicero, "La Roty" (única almacenera de mi barrio), la panadera, el pochoclero frente al Gorosito, étc, étc, étc (como le gusta decir a Cristina); la culpa es de todos estos vendepatrias especuladores que generan mala onda e inflación. Inflación que desde el 2007 no deja de crecer en menos de dos dígitos, y que en 2013, por primera vez, sobrepasó el aumento salarial en cuotas otorgado a los trabajadores en paritarias. Y como viene la cosa, lo doblará para este 2014 generando más pobres e indigentes que las estadísticas, medios aliados y Gendarmeria callarán. Planificar hoy con inflación (consecuencia de la devaluación) es un castigo para cualquier empresa. Sea esta un puesto de choris o una fábrica automotriz. Y la improvisación del gobierno en medidas económicas no hacen más que generar mayor incertidumbre y menos puestos de trabajo. Ni los escraches a sus ex amigos y aliados comerciantes, ni los #7F (un fiasco al estilo #7D), ni los que vigilantean los supuestos "precios cuidados" (el que crea que controlando el precio de la coca cola y la lata de atún combate a la inflación y al imperialismo no es más que un forro, hoy usado por los inútiles del poder de turno) harán retomar las variables macroeconómicas del país para al menos sortear la devaluación que hicieron, justamente, para zafar. En estas circunstancias, donde la inversión no aparece (ni aparecerá con un gobierno en salida), sólo un endeudamiento externo (pasada mala palabra) para inyectar las obras públicas paradas generarán alivio en los reclamos y quemas de cubiertas; que ya empezaron con los obreros de la construcción, por ejemplo. Claro, eso si quieren llegar hasta el 10 de diciembre de 2015.

domingo, 2 de febrero de 2014

¿Con quién habla Cristina en su TL?

Cada vez es más común -o sea, menos angustiante- ver a nuestra presidenta repetir soliloquios en la red social del pajarito. Si bien externalizar los pensamientos -preguntar y responderse-  no debería ser un síntoma de preocupación, socialmente es señalado como un desorden mental. Con esto no afirmo que Cristina sea neurótica ni psicótica ni nada por el estilo. No me interesan esos diagnósticos. Para eso están, aunque no les crea, la psiquiatría y la psicología. De una actitud que casi todos hemos tenido en algún momento de la vida, me ha llamado la atención el interlocutor al que convoca Cristina en sus tweets para desarrollar su pensamiento o idea. El mismo no interfiere o asume una postura crítica a sus preguntas. Jamás le responde que no. Nunca una objeción. Aplaude siempre. Y así no va. Las redes sociales fueron creadas, además de vigilantear, para interactuar entre las personas. Y Cristina no interactúa con sus seguidores. Simplemente lo hace (hasta me lo imagino con el abanico en mano) con el "che pibe" que le lee los diarios y le trae las medialunas. Always.