domingo, 2 de febrero de 2014

¿Con quién habla Cristina en su TL?

Cada vez es más común -o sea, menos angustiante- ver a nuestra presidenta repetir soliloquios en la red social del pajarito. Si bien externalizar los pensamientos -preguntar y responderse-  no debería ser un síntoma de preocupación, socialmente es señalado como un desorden mental. Con esto no afirmo que Cristina sea neurótica ni psicótica ni nada por el estilo. No me interesan esos diagnósticos. Para eso están, aunque no les crea, la psiquiatría y la psicología. De una actitud que casi todos hemos tenido en algún momento de la vida, me ha llamado la atención el interlocutor al que convoca Cristina en sus tweets para desarrollar su pensamiento o idea. El mismo no interfiere o asume una postura crítica a sus preguntas. Jamás le responde que no. Nunca una objeción. Aplaude siempre. Y así no va. Las redes sociales fueron creadas, además de vigilantear, para interactuar entre las personas. Y Cristina no interactúa con sus seguidores. Simplemente lo hace (hasta me lo imagino con el abanico en mano) con el "che pibe" que le lee los diarios y le trae las medialunas. Always.     

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